jueves, 6 de agosto de 2020

Acontecimientos pasados de mi vida privada

El Museo del Prado una tarde de primeros de agosto

Estoy ya de vacaciones hasta finales de agosto. Cada día me doy un pellizco para comprobar que no vivo en un sueño desde el 17 de enero de 2019. El otro día escribí que el Museo del Prado me ha salvado de cosas que ni sé. Lo escribí un poco así según me salió, pero es que estoy convencido de que es así. Doy gracias cada día por estar en ese lugar. Por las buenas condiciones, por lo que aprendo y por los buenos compañeros. Me siento un privilegiado y no me he sentido así demasiadas veces en la vida.

Mi último día de trabajo antes de las vacaciones estaba insoportablemente de buen humor y Oli me dijo que era uno de esos días en los que agradecía no estar cerca de mí. Eso es el amor, y no la cursilería de Enrique Ponce dibujando la A de Ana Soria en la plaza de toros, o poniendo en Instagram cosas como "te amo más que a mi vida. forever!!!".

Le dije "ya queda menos" a una persona que acababa de comenzar su turno de trabajo y a la que quizá le quedaban diez horas por delante de trabajo y además de noche. Claro, a mí me quedaba poco para irme a casa. Lo peor es que odio con todas mis fuerzas decir estas cosas, lo juro. Cosas del tipo "pues ya es viernes", seguro que sabéis a lo que me refiero. Sin embargo, me veo obligado a veces a decirlas porque creo que hay que decirlas si uno quiere sobrevivir en la vida. Y encima que las digo, voy y se las digo a la persona equivocada.

Ciertos acontecimientos pasados de mi vida privada son, por ejemplo, que un instante después de besarme en un pub en Brighton, una inglesa me dijese que bajaba un momento a ver a su novio que estaba en la planta de abajo y que mi amigo Felipe, aterrado, me dijese "vámonos de aquí corriendo". O que, yo qué sé, que me cayese en un autobús desde el centro hasta el final rodando intentando agarrarme a algo sin éxito. Pero cobrar supuestas comisiones de dictaduras árabes y demás supuestos chanchullos siendo el rey de tu país, pues no sé si entra en el concepto de "ciertos acontecimientos pasados de mi vida privada". Creo que así podría empezar perfectamente también una novela de Eduardo Mendoza.

Me parece que el tratamiento de los rebrotes que están haciendo muchos medios es exagerado. Me parece que no puedes estar todo el santo día contando que hay un rebrote aquí, otro allá, etc. El otro día contaban en riguroso directo que ya se había terminado el confinamiento en un edificio de vecinos de no sé qué lugar. Yo creo que no es necesario. El "minuto y resultado" debería ser única y exclusivamente para la radio y el fútbol. Creo que esta manera de tratarlo solamente provoca pánico y no ayuda. 

Estuve escuchando un rato el programa de Buenafuente y Berto en la Ser y me reí mucho. Hablaban del terror que provocan siempre las puertas de parking. Yo desde luego recuerdo con mucha tensión los momentos de salir del parking de casa de mis padres. Sobre todo cuando me dejaban a mí la responsabilidad de darle al mando. Procuraba siempre apurar el máximo de tiempo posible porque cuando le dabas antes de tiempo, luego eso era una agonía. Empezaba a pensar que la puerta se bajaría estando con el coche debajo y moriríamos todos triturados. A un ciclista le pasó. A mí es que siempre me parece que soy carne de cañón de una muerte estrambótica y repentina. Por eso siempre me gusta fijarme en de donde puede venir el peligro en cada situación. Lo que sí tengo claro es que si me ocurre algo así, en mi funeral no podrían parar de llorar pero de risa. 

Leí un reportaje sobre jóvenes que habían estado en situaciones dramáticas por tener el COVID. Me vino bien leerlo para no bajar la guardia. El caso es que me llamó mucho la atención que un chico decía que veía a dos camas de la suya ni más ni menos que a la mismísima Reina de Inglaterra, Isabel II. Y que hablaba mucho con ella. Se lo conté a Oli y su respuesta fue: "eso no es el COVID". 

Putin dice que ya tiene la vacuna rusa y que comenzará la vacunación en los meses de septiembre y octubre. Los expertos internacionales, contaban en el telediario, muestran sus dudas respecto a esta vacuna. Pero yo creo que no hace falta ser experto internacional para no fiarte. Mi compañero Fernando, por ejemplo, dice que él no se fía un pelo. Mi padre en cambio cree que "va a ser una vacuna muy buena", pero es que creo que mi padre fue captado por Kim Philby hace muchos años. 

El sábado por la mañana estaba en una cafetería cerca de casa, con mi café, mi zumo, y dos periódicos que me compré. El caso es que delante de mí había un padre con un niño. El niño no tendría más de 7 años yo creo. En un momento dado, el niño salió fuera. A los pocos segundos, entró corriendo como si le fuese la vida en ello y fue a abrazar a su padre, parecía asustado. Y supe perfectamente lo que le acababa de ocurrir. No me equivoqué. Escuché cómo le contaba a su padre que había venido una avispa y se le había puesto muy cerca. El padre encima pasaba de él. Yo casi le digo: te entiendo. 

Volviendo a casa el domingo, creo, pasaron cuatro ciclistas y el que iba delante les dijo a los otros: "¡le metemos fuego chavales"! Por favor, qué cosa más ridícula, de verdad. Detesto con todas mis fuerzas esos comentarios. Le metes fuego a qué, exactamente. Recuerdo en el equipo del cole cuando en el vestuario había gente que decía cosas como ¡"vamos chavales!". No puedo con ello, nunca he podido. Creo que por eso decidí que mi deporte preferido sería correr. Porque si practicas deportes de equipo, de repente puede ir alguien y decirte que tienes que pegarle fuego a no sé qué o cualquier estupidez de esas. 

Vi un documental sobre China y Estados Unidos y otro sobre el Frente Nacional de Marine Le Pen. Las conclusiones eran muy optimistas porque venían a decir que es inevitable que haya una guerra entre Estados Unidos y China y que también es inevitable que el Frente Nacional acabe gobernando en Francia. Jo, no sé para qué me pongo a ver documentales. 

No puedo parar de escuchar Exile, la canción del nuevo disco de Taylor Swift que canta con Bon Iver. 

Durante estas semanas no creo que haya diario, aunque seguiré activo en redes. Buenas vacaciones y feliz mes de agosto a todos.