jueves, 28 de enero de 2021

Yo quise ser Nanísimo

El periodista Emilio Doménech en la inauguración de Joe Biden


Leí que la radiotelevisión pública de Bélgica había decidido limitar al 50% los contenidos relacionados con el coronavirus. Casi aplaudo al leerlo. Me parece una gran iniciativa que ojalá fuese imitada en muchos medios de nuestro país. Es agotador poner la tele o la radio y que todo sea coronavirus. Es un monotema de mucho cuidado y ya llevamos un año con ello. Los ciudadanos somos conscientes de lo que hay. Es necesario informar, por supuesto, pero quizá sería bueno imponer ese límite del 50%.

Cuando veo a Emilio Doménech, alias "Nanísimo", pienso en mí. Es difícil de explicar. Pero lo que veo es a un chico joven que muestra entusiasmo hablando de lo que le apasiona. Se ha hecho famoso con las elecciones americanas y sus conexiones con Ferreras. El tío controla un montón de lo que habla, se sabe todos los condados de Estados Unidos, especialmente el de Maricopa. Y conoce a todos los senadores, congresistas y gobernadores. Se nota mucho estudio detrás. Y sabe ser serio cuando tiene que serlo, pero en otras ocasiones se ve que es un cachondo. Y me encantan las personas así. Y digo que pienso en mí porque me siento muy identificado con él, y porque tiene una vida con la que yo soñé en su momento. La fantasía de vivir en Estados Unidos siempre estuvo ahí y Doménech la ha hecho realidad y ha triunfado además. Y uno siente alegría en su interior cuando ve que una persona ajena ha cumplido el sueño que ella tenía. También diré que con la vida que he tenido y que tengo he sido y soy inmensamente feliz, por si alguien ahora piensa que no. Lo que uno no hizo hay que dejarlo estar y no machacarse con ello.

Hace dos semanas llegaron unos científicos de la OMS a Wuhan para investigar el origen del coronavirus. Hasta hoy, no se ha sabido nada de ellos y yo ya estaba preocupado. Pero resulta que estaban haciendo la cuarentena. Y hoy se supone que ya empiezan la investigación. Oli y yo no somos muy optimistas respecto a su destino.

Ya os conté que me metí en Telegram. Ya no hago tanto caso a los Qanon, porque me agotan un poco. Creo que siguen confiando en "el plan", por cosas que leo. Ahora estoy más pendiente de grupos negacionistas y de ultraderecha aquí en España. Aquí el tema ya no me hace tanta gracia. Veo un nivel de agresividad muy grande, y la violencia verbal conduce en ocasiones a la violencia física. Están preparando movilizaciones de protesta para las próximas semanas. Y es una mezcla de tres grupos: negacionistas, hosteleros y ultraderecha. Tienen convocatorias para los tres próximos sábados. Y además, planean acciones de desobediencia civil como abrir los bares y restaurantes aunque esté prohibido, algo que ya ha sucedido en Italia y se planea también en Reino Unido (iniciativa liderada por un conspiracionista del coronavirus). Y cada día comparten imágenes y vídeos de las protestas en Holanda para que cunda el ejemplo. Me da pena el tema de los hosteleros, porque los habrá muchos honrados y que estarán sufriendo y ese sufrimiento está siendo aprovechado de manera descarada por la ultraderecha, atenta siempre a las crisis sociales.

El otro día tuve que leer a una persona decir "por eso la voto". Se refería a Ayuso. Y se refería a los impuestos. Su única motivación para votarla era que le bajaba los impuestos, o no se los subía, da igual. El caso es que como esta persona, conozco varias, y creo que hay muchas más, que votan en función de eso y ya. Y les da igual todo lo demás: la igualdad, el feminismo, la homofobia o la xenofobia. Cuando uno estudia la Historia, se estudian las épocas de libertades, de conquista de derechos, de pérdida de libertades, de democracias y de dictaduras. Pero hay personas que lo del bien común parece que les da bastante igual. Los valores están sobrevalorados, a mí no me subas impuestos y ya está. Asusta que existan personas tan insolidarias.

jueves, 21 de enero de 2021

Adiós Trump y Qanon se tambalea

Trump sale de la Casa Blanca rumbo al Marine One
Foto de Donald Trump abandonando la Casa Blanca. AFP.

Aunque 2021 comenzase con el susto del Capitolio, ayer todo mejoró mucho. Biden tomó posesión, Harris hizo historia y Trump se fue a su residencia de Florida. Y quizá lo mejor no sea todo esto sino lo que esto ha supuesto para el ejército conspiranoico mundial de la extrema derecha. Todos los seguidores de Qanon estuvieron pensando que ocurriría algo que lo cambiaría todo. Y cuando no sucedió, muchos tuvieron una crisis de fe mientras otros intentaban animarles a seguir creyendo en el plan. Creo que esto es muy positivo para la democracia y las libertades a nivel mundial. La internacional derechista que coordina Steve Bannon se ha quedado sin su gran líder y hay que alegrarse por ello.

El delirio de los conspiranoicos es mucho peor de lo que pensaba. Llevo unos meses leyendo artículos sobre ellos, pero una cosa es leer sobre ellos y otra muy distinta verles en acción. Esta semana me metí en Telegram y he estado siguiendo sus canales tanto a nivel de Estados Unidos como de aquí, de España. Alucinaba tanto que tuve que pedirle a mi buen amigo Iván que se metiese también porque sabía que me seguiría. Iván siempre me sigue si hay una buena historia detrás. Necesitaba compartir con alguien las locuras de miles de personas que hay en esos grupos. Sí, miles. Y pensarse que son inofensivos o tomárselos a risa está muy bien. Pero un día tratan de asaltar el Capitolio o el Bundestag en Berlín como sucedió en agosto y ya dejan de ser tan graciosos, creo.

El otro día fui con Oli por tercera vez a intentar ver a Nico en una ecografía 5D. Ya habíamos ido dos veces pero Nico ha salido rebelde y no se deja ver. Esta vez sí pudimos verle mejor, porque decidió no ponerse las piernas y los brazos en la cara y tuvo el detalle de solo ponerse un pie en la cara. Bien Nico, hijo, vamos mejorando.

Hablando con el chico de la ecografía, nos contó que estuvo viviendo en Saint Paul, Minnesota durante un año, porque tenía familia allí. Claro, a Oli y a mí se nos iluminó la mirada cuando nos lo contó. Nos pareció lo más eso de haber vivido un año en Minnesota. Con el entusiasmo en todo lo alto, Oli añadió: "porque claro, eso es auténtico, no como Nueva York, que no es América" y entonces de repente nos convertimos en unos seguidores de Trump a los que únicamente les faltaban unas gorras rojas.

Hoy es 21 de enero. Un 21 de enero del año 2000 ETA rompía su tregua con el gobierno de Aznar y asesinaba con un coche bomba al teniente Pedro Antonio Blanco. Fue en mi barrio y quizá fue una de las peores mañanas de mi vida. No se me olvida el momento de estar atándome los cordones sentado en la cama frente a la ventana de mi habitación y el ruido brutal de la explosión y el temblor de los cristales. Y el pensar, una vez que se supo exactamente dónde había sido, que mi madre pasaba por ahí con su coche cada mañana y que le quedaban sólo unos minutos para irse a trabajar.

Voy a volver a trabajar en la novela porque quiero mejorarla. Así que de momento se pospone todo. Prefiero trabajar un poco más en ella y pulirla lo que sea necesario. Me cuesta, porque ya pensé que había llegado al final de esta maratón y me he dado cuenta de que no, de que aún no estoy en el kilómetro 42, sino en el 37 o 38. Y el problema es que ahora mentalmente no estoy por la labor. Tengo la mente en otras cosas y con los cambios que voy a tener en mi vida en breve, no sé cuándo me pondré con ello. Pero algún día espero que podáis leerlo.

He terminado el libro de Salinger "Franny y Zoey" que en realidad son dos relatos distintos. Tienen que ver con la familia Glass, otra de las grandes creaciones del escritor neyorquino. Me han gustado mucho los dos, y como tantas veces con Salinger, no por la historia en sí, sino por cómo están escritos y por los personajes. De hecho, me ha vuelto a ocurrir: leo a Salinger y vuelvo a escribir.

Cuando nevó en Madrid hubo motivaditos que salían a la calle con bastón de los de nieve. Pues resulta que uno de mis mejores amigos era uno de esos, qué bochorno. Para los de fuera, a ver, durante esos días veías a mucha gente normal, y gente muy mayor entre ella, que iba caminando por las calles como buenamente podían, con cuidado, eligiendo caminitos más despejados y si había que ir por parte de nieve o hielo, pues despacio y con prudencia. Y luego, frente a toda esta gente normal, estaban los que yo llamo el club de los motivaditos, entre los cuales estaba mi amigo, que lo sigue siendo a pesar de todo.

Hace unas semanas, salíamos del portal Oli y yo y nos fijamos en que había un operario retirando todas las pegatinas de los buzones, dejaba el piso pero retiró todos los nombres y apellidos. Y así se ha quedado, no se ve el nombre y apellido de nadie en sus buzones. Cuando lo vi, yo no sé si es que he visto muchas series, pero me pareció raro y se lo dije a Oli. De hecho, ¿sabéis en quién pensé? En Max, el pobre al que Carrie pide siempre que le haga el trabajo sucio en Homeland. Ese operario que retiraba las pegatinas con los nombres y apellidos de los buzones era Max en una misión.

viernes, 15 de enero de 2021

Yo al diario lo llamo cómo quiero

La Puerta del Sol nevada en Madrid


Primera entrega del diario en 2021. No debería llamar diario a un espacio en el que llevo sin escribir meses. Pero lo llamo así porque me apetece. Hay gente que llama "ilegítimo" a un presidente del gobierno elegido democráticamente, no voy a poder yo llamar diario a una página que es exclusivamente mía y en la que comparto mi vida.

Continuamos con los acontecimientos históricos. Tras la pandemia de 2020, la nevada de 2021 que ha dejado Madrid destrozada. No es una exageración, es que la sensación que uno tiene caminando por Madrid durante estos días no la tuvo ni siquiera en pleno confinamiento un día que tuvo que salir y vio todo el centro vacío. Ver las calles destrozadas y tantos árboles por los suelos, y la gente andando con tanto cuidado y cayéndose algunos, da una imagen totalmente apocalíptica. Como dicen, el guionista de 2020 ha renovado para 2021, algo que no hizo el guionista de Flashforward, porque no hubo nunca segunda temporada, con la maravilla que fue la primera. Vale, a lo mejor está muy sacado por los pelos, pero es que a veces creo que no hablamos lo suficiente de Flashforward, creo que hay que recordarla más a menudo.

Creo que hay que prestarle mucha atención a Estados Unidos. De momento, sigue siendo la potencia mundial y lo que ocurra allí es determinante para el resto del mundo. La ultraderecha hoy está comunicada de manera global y replican las estrategias que ven que funcionan, como la desinformación a través de redes sociales y determinadas  webs "informativas". Con esa desinformación, han sembrado el caos en Estados Unidos liderados por Donald Trump, que sigue negando los resultados electorales. El asalto al Capitolio fue algo mucho más serio de lo que nos podamos imaginar. Y muchos han tomado nota de lo ocurrido allí. La amenaza continúa, como ha alertado el FBI.

Hablando de Estados Unidos. Han celebrado elecciones en mitad de una pandemia y con unas cifras terribles. Donald Trump advirtió hace meses de que igual se debían retrasar y se le echaron encima porque las elecciones son algo sagrado y lo vieron como una maniobra de un gobernante autoritario. En Cataluña parece que se van a aplazar las elecciones previstas para el 14 de febrero. Algunos allí, no todos pero sí muchos, llevan años presumiendo de ser los mejores y los más modernos. Si se confirma el aplazamiento de las elecciones, será un reconocimiento de que dijeron muchas mentiras.

Creo que fue en noviembre o así que vi a unos visitantes chinos en el museo, eran una pareja creo recordar. Lo apunté en las notas del móvil para cuando recuperase el diario. Lo hice porque llevaba tantos meses sin ver visitantes asiáticos en el museo que me hizo mucha ilusión, además me preguntaron algo y les ayudé encantados. Si no les abracé fue porque hubiera sido de lo más raro hacerlo, pero ganas no me faltaron. Añoranza total de la vieja normalidad, sí.

Noto en muchos periodistas y en muchos expertos sanitarios unas ganas enormes de que nos confinen. Parece que lo disfruten, que lo estén deseando. Y muchos de los que lo dicen no sé si tienen la empatía suficiente para saber los trastornos que un confinamiento provoca a muchas familias, de verdad que creo que no lo saben. Y es muy fácil pedir el confinamiento desde un micrófono en la radio o en un plató de televisión cuando tú casi no lo vas a sufrir. Pero es que encima dicen "otros países están tomando medidas", muy bien, pero se les olvida contar la información complementaria: que esos países tienen unas cifras desastrosas de muertos diarios. Alemania tuvo un confinamiento duro en navidades y está en mil muertos diarios. La Comunidad Valenciana no dejó entrar ni a familiares durante las navidades y también están fatal. A lo mejor encerrar no sirve de tanto, se me ocurre.