martes, 16 de abril de 2013

Nunca dejéis de correr

Nunca. Jamás se te ocurra dejar de correr. Que no pase por tu cabeza la idea de detenerte. Ni un sólo momento. Que no se te cruce ni por asomo la palabra rendición. Es fundamental que no dudes. Si no lo has hecho nunca, menos ahora. Si cabe, ahora es cuando tienes que correr con más fuerza que nunca. Con más ilusión de lo que nunca lo habías hecho antes en tu vida.
 
Porque si dejas de correr habrá vencido el miedo. El pánico que unos indeseables sembraron ayer en la mítica maratón de Boston, a la que acuden miles de corredores populares de todo el mundo. Unos indeseables que acabaron con la vida de un niño de ocho años que iba a abrazar a su padre tras el titánico esfuerzo de los 42 kilómetros. Unos indeseables que osaron atacar algo tan sagrado como es el Deporte, símbolo de unión de culturas y de paz en cualquier lugar del planeta. El Deporte es un resguardo de los odios y rencores que vivimos. Atacarlo de forma tan cruel es vomitivo.
 
Por eso no puedes dejar de correr. Porque correr es una experiencia maravillosa que practican millones de personas en todos los rincones del mundo. Porque desde ayer hay un motivo más que unir a la diversa lista que cada uno tiene a la hora de practicar esta saludable actividad. Vencer al miedo. Homenajear a los héroes de Boston pasa a engrosar esa lista de motivos.
 
No te pares. En tu ciudad, en tu pueblo, en tu parque, en tu polideportivo, en tu playa, en tu montaña, si estás pasando una recuperación. Da igual tu situación. Lo importante es que sigas dando lo mejor de ti en cada zancada, en cada tirada. Sigue corriendo. Sigue disfrutando. Porque correr es un sueño que nadie le va a quitar a ningún runner. Y menos, unos indeseables sin escrúpulos.
 
Nunca. Jamás dejes de correr. Correr se parece a la vida y si ante la dificultad uno se debe crecer, todos los runners deben crecerse en este momento. Levantarse, calzarse las zapatillas y salir a comerte el mundo. Y decir que no. Que nadie impedirá que sigamos siendo felices y disfrutando.

lunes, 8 de abril de 2013

Un tren efectúa su entrada en la estación

Foto de Juan Lupión en el siguiente enlace:  http://goo.gl/zlsge


"Tengo la sensación de haber vivido algo inolvidable". "Es de lo más impactante que he visto en mi vida". "La verdad es que nunca me lo hubiera esperado". "A veces la vida te regala momentos únicos como éste" Estas eran algunas de las frases que se escuchaban ayer en la castiza estación de metro de Cuatro Caminos, una de las de más transito de la capital.

Eran alrededor de las ocho de la mañana cuando sucedió el hecho que provocó la locura. En plena hora punta, el andén de la línea seis se encontraba repleto de gente. Anónimos héroes que se dirigían a su trabajo, a su centro de estudios, y a sus diversos quehaceres. Todos miraban, ya malhumorados, al letrero que indica el tiempo que queda para el próximo tren.

En ese momento, en el letrero apareció el tradicional aviso, que todo habitante de los Madriles conoce, de "El próximo tren va a efectuar su entrada en la estación". El momento de incredulidad llegó cuando, una luz apareció, un ruido sonó, y, efectivamente, el tren efectuó su entrada en la estación. Jamás había pasado con anterioridad en la historia del suburbano madrileño.

Las caras lo decían todo. Nadie se movía. No podía ser. Un tren había efectuado su entrada en la estación inmediatamente después del aviso del letrero. Algo inaudito, sin ninguna duda. Una fecha para la historia en la ciudad de Madrid. Como es evidente, las reacciones entre el público (que sin quererlo ya forma parte de la Historia por protagonizar este acontecimiento), no se hicieron esperar.

 David, un joven universitario, señalaba sus dudas iniciales: "Claro, acostumbrado a mirar todas mis menciones en Twitter desde que dice que el tren va a efectuar su parada en la estación, hasta que de verdad la efectúa, pues hoy no daba crédito, ha sido una grata sorpresa, sí, la verdad". Burgundófora, señora jubilada que se dirigía a echar unas partidas de mus con las amigas, mostraba alguna lágrima en su rostro: "¿Sabe? Tiene que entenderlo, hijo mío, para mi esto es algo muy emocionante, dése cuenta de que yo pensaba que me moría sin ver esto y a mi Atleti ganar un título, y lo de mi Atleti ya lo tenía pero esto...con esto ya me puedo ir en paz, hijo". Otro señor lloraba desconsoladamente con la mano y nos hacía el típico gesto de "No puedo hablar, estoy emocionado, no me salen las palabras".

Sin duda, fue una mañana en la que la historia de este medio de transporte de Madrid, y la de sus viajeros, cambió. Un hecho que marca un antes y un después. O quizá no. Según fuentes de la Compañía de Metro y de la Comunidad de Madrid, de la que depende, no parece que esto vaya a ser lo habitual desde ahora. "No hay que acostumbrarse, ha sido un hecho puntual, y estamos tratando de que todo vuelva a la normalidad en unas horas", aseguró un alto cargo de la Comunidad. "Nunca los trenes han efectuado su entrada en la estación cuando el letrero lo anuncia, y si nunca ha sido así, no será así ahora tampoco".

Así pues, este blog está en condiciones de afirmar que mañana los trenes volverán a tardar una media de dos o tres minutos desde que anuncian que van a efectuar su entrada en la estación hasta que la efectúan de verdad. Incluso, pueden estar ustedes tranquilos, seguirá sucediendo que cuando parece que van a efectuar su entrada en la estación, de repente se postergue a siete u ocho minutos, según mande el letrero.

Para la Historia de la ciudad, y de los que lo vivieron, quedará sin embargo un hecho histórico que permanecerá siempre en la memoria de todos y que podremos contar a nuestros nietos: que, una vez y no más, un letrero del metro de Madrid indicó que el tren iba a efectuar su entrada en la estación y, efectivamente, el tren efectuó su entrada en la estación".


Y este es mi pequeño homenaje a El Mundo Today, con el que cada día paso un rato riéndome.