jueves, 10 de septiembre de 2020

Un día te molesta, y otro lo necesitas

La calle Alcalá en Madrid cuando atardece


Me llegó una alerta de la aplicación de RadarCovid y me asusté. Resultó ser solamente un recordatorio de que las notificaciones de esa aplicación están activas. Pero como hasta ahora no me había llegado ninguna, pensé que la que me había llegado era para informarme de que había estado cerca de alguien que tuviese la enfermedad.

Vi en el museo a unos padres con una niña. Los padres querían que la niña se fijase en el cuadro favorito de "mamá" y a la pobre niña se le iba todo el rato la mirada hacia otro cuadro en el que salía un animal. Yo creo que si vas con una niña pequeña al museo, es la niña la que manda y no los padres. Y si a la niña le encanta el cuadro del animal, son los padres los que deben ver el cuadro del animal y no la niña el cuadro que le gusta a los padres. Si no, no le veo el sentido a llevarte a los niños a un museo.

Una tarde de esta semana, en el museo, había unos niños que hablaban un poco alto. Durante un rato, el compañero que estaba en la sala y yo, que estaba de refuerzo, no les dijimos nada. Resulta que tanto él como yo, sin haberlo hablado, pensamos lo mismo. Que nos gustaba tener ese ruido en la sala. Ahora el Museo, salvo algunos ratos, no tiene mucho público, hay mucho silencio. Pensé que es curioso cómo cambian las percepciones según las circunstancias. Lo que antes podía molestarte ahora te resulta algo agradable y hasta lo necesitas. Creo que sucede con todo en la vida: personas, lugares, canciones, libros, películas... 

Durante todo el verano, y la cosa sigue, en algunas televisiones no hacen más que hablar de okupaciones en pisos como si fuese algo muy frecuente. Comunicar información que transmite miedo y que encima no es veraz a mí me parece irresponsable y peligroso. Por suerte, existen periodistas que hacen buenos reportajes y que ayudan a equilibrar un poco el tema, como éste de Íñigo Domínguez en El País. Por cierto, que ojalá esos programas que tanto hablan de okupas, dedicasen ese mismo tiempo a hablar de los abusos del alquiler, o de los fondos buitres. A lo mejor no les sale a cuenta. 

Resulta que ya hemos tenido un gobierno bolivariano en España y no nos habíamos enterado. Porque es muy bolivariano utilizar el Ministerio del Interior para espiar a una persona que tiene pruebas sobre la corrupción de un partido. Todo lo que rodea a la operación Kitchen es un escándalo mayúsculo, de los más graves ocurridos en la historia reciente de nuestro país. Y los que lo hicieron tienen el cuajo de llevar años intentando meter miedo con lo que pasaría si Podemos llegase al gobierno y exigiendo a todas horas su salida del gobierno. Lo peor, más que eso, es el que se lo cree. 

Está bien saber cuál es el peor gobierno de los últimos ochenta años para VOX. Estaría aún mejor saber cuál sería para ellos el mejor. Quizá sea tan evidente que no necesitan decirlo. Y ahora que hablo de esto. Tengo muchísimas esperanzas en la Ley de Memoria Democrática que el Gobierno tiene previsto aprobar el martes que viene.

Estoy leyendo El arte de perder, un libro de la editorial Círculo de Tiza, en el que se muestran muchísimas cartas que el escritor Francis Scott Fitzgerald escribió a lo largo de su vida. Tiene muchas frases muy buenas. Hoy voy a compartir una que me parece que se puede aplicar a todo en la vida: "estoy convencido de que aquello que disfruto escribiendo es lo que mejor me sale".

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